La gastronomía cubana es rica, variada y sabrosa, con influencias de los más diversos países.
Eso sí, como en todas partes, hay que dar con el lugar adecuado para disfrutar de los sabores de Cuba en todo su esplendor.
Aquí van unas recomendaciones de restaurantes en Trinidad en los que pude comprobar que se come rico, abundante y/o a buen precio.
Cuatro restaurantes en Trinidad que merece la pena probar
Restaurante Casa Villalba
Situado frente al Palacio de Cantero, el restaurante Casa Villalba es un buen sitio para desayunar antes de explorar la ciudad.
El restaurante cuenta con una terraza en la parte alta desde la que se divisa la torre del mencionado palacio y en la que se está muy a gusto.
Aunque dispone de sombrillas, si se quiere desayunar en la terraza lo mejor es ir temprano puesto que conforme se acerca el mediodía el sol da demasiado directo y puede hacer algo de calor.
En cuanto a los precios, el desayuno cuesta 5 CUC por persona e incluye café, huevos (preparados como tu prefieras), panecillos con mantequilla, mermelada y demás, y, cómo no, deliciosa fruta fresca.
Además de desayunos, en el restaurante Casa Villalba sirven comidas y cenas, claro.
Dirección: 442 Calle Desengaño, Trinidad; justo frente a la entrada del Palacio de Cantero
Café Cuba Libre
Otra buena opción para desayunar es el Café Cuba Libre a escasos metros de La Escalinata, una de las zonas más animadas durante la noche, en pleno centro de Trinidad.
Su estupenda ubicación hace que el Café Cuba Libre sea un poquito más caro que, por ejemplo, Casa Villalba.
En cualquier caso, tienen una terraza fantástica en la parte alta del edificio en la que se desayuna a cuerpo de rey bajo la sombra de un árbol de mangos. Para desayunar tienen sándwiches, tostadas, frutas…
Dirección: 33 Calle Cristo, Trinidad
Restaurante El Divino
Para los que tengan un presupuesto más ajustado El Divino es una excelente opción. Bueno, y, en realidad, no solo para los que quieran economizar, sino para cualquiera que quiera comer bien por poco dinero.
En el restaurante El Divino encontrarás entrantes desde 1.50 CUC, platos principales desde 3 CUC y también cócteles a un precio estupendo (1.50 – 2 CUC).
El menú es muy variado y las raciones son bien abundantes.
Dirección: 154 Calle Boca, Trinidad
Restaurante Los Conspiradores
Este restaurante, a los pies de La Escalinata, y, por tanto, también en pleno centro, no podía faltar en esta lista de restaurantes en Trinidad en los que merece la pena comer.
Los Conspiradores tiene un toque más sofisticado y los camareros son muy atentos (también en los restaurantes anteriores, pero en este especialmente).
Se encuentra ubicado sobre una pequeña galería de arte que hay que cruzar para llegar al restaurante.
El restaurante cuenta con una terraza dividida en varias zonas, algunas no muy amplias, pero igualmente agradables.
Además, la terracita es perfecta para cenar y disfrutar mientras tanto de la música en directo de La Escalinata.
La comida está muy buena, pero los precios son más altos que en los casos anteriores. Concretamente, los platos principales valen entre 9 y 12 CUC.
Sin embargo, las raciones son grandes, por lo que, si vas en pareja o en grupo, no es mala idea compartir plato, sobre todo si se pide algún entrante.
Es curioso que, no solo en los restaurantes en Trinidad, sino en toda Cuba, a menudo no hay un postre específico o, si lo hay, se trata de helado, fruta o similar.
Es decir, no es tan frecuente como en nuestro país encontrarse en el menú con algún postre típico o, aunque sea genérico, un postre tipo tarta de chocolate o similar.
En el restaurante Los Conspiradores sí que tienen algunos postres, y doy fe de que están buenísimos.
Dirección: Calle Cristo (junto a La Escalinata), Trinidad
Extra: dónde NO comer en Trinidad
Odio hacer críticas puramente negativas porque no quiero fastidiar a nadie, así que suelo ser bastante benevolente. De hecho, me atrevo a decir que soy una “clienta fácil”, porque con me conformo con poco: un mínimo de calidad y una buena atención es normalmente suficiente para quedarme contenta.
Sin embargo, cuando se acumulan los aspectos negativos en mi balanza crítica, significa que el lugar es bastante decepcionante. Y creo que, para ti, que me lees buscando ideas, referencias e información útil en general, será importante no solo conocer lo bueno, sino también lo malo. De hecho, esto último probablemente es lo más útil, pues será lo que te evitará pasar un mal rato, gastar dinero de más y, en este caso, comer mal y poco.
Eso fue lo que nos pasó en este restaurante de Trinidad, llamado La Colonia, donde desafortunadamente aconsejo no ir a comer.
Tuvimos que esperar aproximadamente una hora y media a que nos sirvieran. Pero, más allá de la larga espera, lo peor es que desde el principio preguntamos si tardarían mucho, porque queríamos ir a un concierto (al que, finalmente, nunca llegamos) y nos aseguraron que en cuestión de 20 minutos o media hora estaríamos comiendo.
Si nos hubiesen dicho algo tipo “estamos saturados, no podemos decir exactamente cuánto tardaremos”, nos hubiésemos marchado a otro lado sin problema.
En lugar de eso, prefirieron no perder 4 clientes, que acabaron por convertirse en 4 clientes descontentos; dándonos largas y asegurando que en breve salían nuestros platos.
No éramos las únicas afectadas. Justo al lado había 3 chicas suecas que las pobrecillas acabaron incluso peor paradas. Esperaron más aún, ya que estaban allí cuando nosotras llegamos, y se fueron prácticamente sin comer, porque aseguraban que su comida estaba mala, tanto con respecto al sabor como a la preparación (por ejemplo, una sopa fría).
De hecho, estas tres chicas, que no hablaban español, nos pidieron ayuda para que una de ellas pidiera otro plato en vista de que lo que le habían traído no estaba bueno. El nuevo plato lo quería sin aceitunas, y así se lo hicimos saber a la camarera; sin embargo, llegó a la mesa con aceitunas por todas partes. Lo peor de todo es que luego la camarera aseguraba que la chica no había dicho nada sobre excluir las aceitunas del plato. En fin…
Pero volviendo a nuestro caso particular, aunque no exclusivo, tras 1 hora y media de espera llegaron nuestros platos.
A la derecha, lo que yo me pedí. Como puedes ver está bastante desolado, sobre todo si lo comparas con las imágenes de los restaurantes anteriores.
Aunque la salsa estaba bastante buena, en cuanto a cantidad y presentación dejaba bastante que desear.
La calidad general tampoco era para tirar cohetes, ya que al fin y al cabo eran unas gambas peladas, probablemente congeladas, a la plancha.
Viendo la poca complicación del plato es increíble que tardaran hora y media en prepararlo, ¿no?
Mis compañeras de viaje tampoco tuvieron mejor suerte.
A todo ello hay que sumarle que el sitio no era precisamente barato, tampoco caro para nuestros estándares en España, pero sí más caro que las opciones recomendadas más arriba, y con una calidad mucho peor.
Como punto positivo, la camarera nos invitó a unos mojitos por las molestias, pero la verdad es que el restaurante en general dejaba mucho que desear.
Las chicas suecas de las que hablaba antes incluso se negaron a pagar algunas de las cosas que habían pedido y que, tras probarlas, las devolvieron casi intactas.
Como detalle, nosotras fuimos al restaurante La Colonia para cenar; no sé si durante el horario de comidas mejorará el servicio o si será un poco más rápido, pero, aunque así fuera, creo que la calidad y cantidad de las raciones, junto con el precio, hace que éste sea un lugar al que no merece la pena acudir.