Amortizar al máximo el dinero que ya tenemos es una de las mejores estrategias que podemos emplear si queremos ahorrar para viajar.
De nada sirve conseguir más ingresos si dejamos que el dinero se nos escape entre los dedos con gastos innecesarios o excesivos.
No hace falta que nos convirtamos en ermitaños ni escapar de todos los planes que conlleven algún desembolso. Basta con ser conscientes de cuánto empleamos en nuestro día a día y ajustarlo un poquitín sustituyéndolo por alternativas más baratas o incluso de coste cero.
Todos tenemos algún capricho del que podemos prescindir, así como gastos inevitables que podemos reducir de una forma u otra.
Aquí van algunos consejos que a mí me funcionan y que espero que a ti te sean muy útiles para que acumules todo ese presupuesto que necesitas para realizar tu gran viaje.
Gastos “inofensivos”
Los gastos inofensivos son aquellos que hacen que el dinero se nos escape de la cartera sin darnos cuenta. Un eurillo por aquí, cincuenta céntimos por allá…
No sé si a ti también te pasa, pero a mí en más de una ocasión me ha ocurrido eso de ¡Mierda! ¡Creo que he perdido X euros!... hasta que echo cuentas y descubro que ese dinero se ha evaporado con pequeños gastos casi sin darme cuenta.
Por eso, si queremos ahorrar para viajar es conveniente que prestemos atención a esos gastos a priori inofensivos, ya que individualmente son casi irrelevantes, pero si tenemos muchos pequeños gastos, el conjunto puede resultar en una cifra importante.
Por ejemplo, si como a mí te encanta salir a tomar café con amigos o todos los días te tomas tu cafetito en el descanso del trabajo, echa cuentas. Es algo bastante barato, pero, si nos gastamos 1.20 euros cada día, son 6 euros a la semana, 24 euros al mes, y nada más y nada menos que 288 euros al año.
Si reducimos este, u otro tipo de gastos inofensivos con estrategias más baratas, como por ejemplo llevarnos café en un termo al trabajo o sustituir algunas salidas cafeteras por reuniones con los amigos en casa, al final el ahorro puede ser significativo.
Para no caer en la tentación, piensa en el ahorro a la larga, no a corto plazo. Si reducimos a 2 los cafés que nos tomamos por ahí, “sólo” nos estaríamos ahorrando 3.6 euros semanales. Pero si pensamos en el plazo de un año, ese sacrificio supondrá un ahorro de unos 172 euros; una cifra más alentadora, ¿verdad?
Y quien dice cafés dice copichuelas del fin de semana, la improbable Euromillones de cada semana, etc.
Simplemente reduciendo un poquito todos esos gastos inofensivos, nos haremos con un buen monto para nuestro viaje.
Conviértete en tu madre
La inmensa mayoría de las madres son economistas Nivel Pro. Digo madres porque, en mi familia, ha sido precisamente mi madre quien siempre se ha encargado de gestionar el dinero empleado para hacer la compra y esas cosas; pero quien dice madre dice padre, abuela...
Sea como fuere, los progenitores nos sirven de ejemplo a los más jóvenes para sacarle el máximo partido a nuestra economía. El objetivo es: comprar como una madre.
Muchos vamos al supermercado que nos pille más cerca o al que más nos guste, hacemos la compra y listo.
Sin embargo, de toda la vida mi madre ha tenido muy estudiado qué productos comprar en qué supermercados, además de aprovechar las ofertas cuando son realmente convenientes.
Sí, da pereza que para hacer la compra tengamos que, primero hacer casi que un estudio de mercado, y luego ir a 3 supermercados diferentes. Sin embargo, eso nos puede permitir ahorrarnos una cantidad significativa de dinero.
Además de comprar de forma inteligente, también es importante planificarse de forma adecuada. Es decir, si nos preocupamos en comprar X producto en el supermercado que más barato lo tenga, pero luego se nos echa a perder en la nevera… de poco habrá servido nuestra estrategia; habrá sido un gasto en vano, además de una lástima por el desperdicio de comida.
Así que, si queremos ahorrar para viajar de forma más efectiva, y además ser mejores consumidores, lo ideal es planificar nuestro menú semanal y comprar conforme a ello. Así no solo evitamos perder dinero sino también tirar comida innecesariamente.
Revisa los gastos fijos
A diferencia de los gastos inofensivos, los gastos fijos de cualquier persona suelen ser cantidades de dinero bastante mayores; además de continuos a lo largo del tiempo.
Entre ellos nos encontramos el internet, línea de móvil, comisión de mantenimiento de tarjetas y cuentas bancarias, etc.
Estos son gastos de los que muchas veces no podemos/queremos prescindir y que no siempre podemos reducir como ocurre con los cafés. Es decir, en el caso de internet, una tarifa mensual es la que es independientemente de si nos conectamos a diario o tres veces a la semana.
Sin embargo, a menudo podemos encontrar opciones más económicas, y no por ello de peor calidad.
Investiga cuáles son tus alternativas y no dudes en cambiar de compañía telefónica, banco o servicio que sea, si te va a permitir ahorrar para viajar. Muchas veces no lo hacemos por pereza o por no calentarnos la cabeza, pero si tenemos como objetivo ahorrar para un gran viaje, cualquier esfuerzo valdrá la pena.
Sacrifica alguna suscripción de pago
Es conveniente analizar si realmente le sacamos partido a suscripciones de pago como Netflix, cuentas premium de Spotify o Amazon, etc.
Si no las utilizas lo suficiente o puedes sustituirlas por alternativas más baratas, cancela la suscripción y utiliza ese dinero en ahorrar para viajar. Así, si tienes demasiadas cuentas de pago, quizás deberías hacer de tripas corazón y quedarte con aquella que más uses.
Chuparse los anuncios de Spotify cuesta menos si el objetivo final es aumentar el presupuesto de nuestro futuro gran viaje.
No desperdicies ninguna oportunidad de ahorro
No solo podemos ahorrar en la cesta de la compra, sino en casi cualquier actividad o compra que queramos realizar.
Sólo es necesario esforzarse un pelín más de lo que harías normalmente. Por ejemplo, si planeas ir al cine, primero echa un vistazo en webs como Groupon, Letsbonus, Groupalia o similares, ya que suelen tener cupones de descuento que merecen la pena. Lo mismo para otras actividades de ocio, restaurantes y demás.
En lo que a compras se refiere, ya conté hace algún tiempo lo bien que me va a mí con Beruby, un sistema de cashback totalmente fiable para hacer compras online de casi cualquier cosa y ahorrarse unos eurillos.