
El botiquín de viaje es un indispensable en el equipaje de cualquier viajero, especialmente si su destino es un país con escasos recursos sanitarios o si planeamos visitar lugares recónditos o de difícil acceso.
Si bien la preparación del botiquín dependerá en gran medida de cada persona, su estado de salud y el destino de su viaje, existen algunas cosas que no debes olvidar incluir. Estas son:
- Repelente de insectos
Nunca viene mal llevarnos un repelente de insectos, pero, si viajamos a un país con enfermedades como la malaria o el dengue, cualquier protección contra los mosquitos será de gran importancia. En esos casos, debemos utilizar repelente con DEET, que será el que realmente nos proteja.
Además de aplicarlo con frecuencia, debemos tener en cuenta la biología del insecto que se quiera evitar. Por ejemplo, en el caso de la malaria, el mosquito encargado de su transmisión es especialmente activo durante el crepúsculo, es al anochecer y el amanecer.
Con repelente de insectos me refiero concretamente a las lociones y sprays, los verdaderos repelentes. No existen evidencias científicas de que respalden la efectividad de las pulseritas antimosquitos o aparatos de ultrasonidos.
Por tanto, para zonas tropicales o de alto riesgo, es importante adquirir el repelente adecuado y combinar su uso con otras medidas de prevención.
Para la piel puedes emplear repelentes con DEET como el Relec Extra Fuerte® o Autan Plus®.
- Analgésicos/Antitérmicos

Los analgésicos o antitérmicos son, sin duda, un indispensable en cualquier botiquín de viaje. Nos serán de gran utilidad para contrarrestar molestias comunes como, por ejemplo, los dolores de cabeza o la fiebre. Ejemplos de analgésicos son el Gelocatil®, Termalgín®, Paracetamol 1gr®, Nolotil® o Ibuprofeno EFG®, entre otros.
Por otro lado, el dolor muscular también es una molestia frecuente en los viajes. Las caminatas, muchas horas de pie o una cama incómoda son algunas de las causas comunes.
En el mundo de los antiinflamatorios, el rey por antonomasia es el ibuprofeno, así que no te olvides de incluirlo en tu botiquín. Eso sí, cuidado con su uso en destinos donde la malaria está presente, ya que en caso de contraer la enfermedad se desaconseja tomarlo.
- Antihistamínicos o antialérgicos
Es importante incluir algún antihistamínico en nuestro botiquín por si sufrimos alguna reacción alérgica durante nuestro viaje.
Como ejemplo de antihistamínicos tenemos el Ebastel Forte® o el Zyrtec®. Para reacciones alérgicas locales en la piel se pueden usar antihistamínicos en gel como el Fenestil®.
- Corticoides
Para el tratamiento de reacciones alérgicas más graves, como por ejemplo hipersensibilidad a un medicamento, en lugar de antihistamínicos se emplean corticoides, como el Urbason®.
Los corticoides también son convenientes para el tratamiento local de alergias o picaduras en la piel. Por ello, es recomendable incluir en tu botiquín una crema antiinflamatoria con corticoides del tipo Betnovate®.
- Antieméticos
En el caso de una intoxicación alimentaria u otras enfermedades que causen vómitos, un antiemético te será de gran ayuda para controlar dicho síntoma.

Algunos ejemplos de medicamentos contra los vómitos que puedes incluir en tu botiquín de viaje son el Primperan® y el Motilium®.
- Antidiarreicos
Junto a los vómitos, las diarreas son una de las alteraciones más frecuentes en los viajeros, generalmente debido al consumo de alimentos y/o agua contaminada. Por ello, en cualquier botiquín de viaje es indispensable incluir un fármaco antidiarreico.
El tratamiento de la diarrea dependerá de la gravedad de la misma. Así, para diarreas leves lo más importante será que te rehidrates adecuadamente tomando muchos líquidos, aunque puedes combinarlo con comprimidos de Fortasec®, por ejemplo.
Para diarreas moderadas con deshidratación, además de tomar el medicamento antidiarreico, será importante que te rehidrates con sobres de Sueroral® (sales de rehidratación oral).
En el caso de diarreas graves, acompañadas de fiebre alta o sangre en las deposiciones, tendrás que buscar atención médica. Si por cualquier motivo no es posible conseguir asistencia médica en el momento, se recomienda dejar de tomar el antidiarreico (si ya lo estabas tomando) y tomar en su lugar un antibiótico como Baycip® o Spiraxin®. En cualquier caso, si se sufre una diarrea grave, como he dicho, lo mejor es acudir al médico cuanto antes.
- Antibiótico de amplio espectro
Es muy conveniente contar con un antibiótico en nuestro botiquín de viaje. Generalmente se recomienda utilizar un antibiótico de amplio espectro, ya que servirá para tratar una mayor variedad de patologías.
Puedes optar, por ejemplo, por un antibiótico tipo Amoxicilina+Clavulánico, como el Augmentine® o el Clavumox®; o decantarte por el Ciprofloxacino o la Azitromicina. Ejemplos de dichos antibióticos son el Baycip® y el Zitromax®, respectivamente.
- Fármacos anti-cinetosis
La cinetosis es un trastorno causado por el movimiento. Aunque muchas veces nos referimos a ello con el nombre genérico de “mareos”, en realidad el malestar que nos produce viajar en barco, avión y demás se denomina cinetosis. Este trastorno, además de la sensación de mareo, puede causar vómitos y náuseas.
Por tanto, si durante tu viaje planeas realizas algún trayecto en barco o similar, no está demás incluir un fármaco contra la cinetosis en tu botiquín de viaje. Un ejemplo de este tipo de fármacos sería la Biodramina®.
- Material de curas

Para poder realizar curas de heridas, rozaduras o arañazos conviene equipar el botiquín de viaje con gasas, vendas, esparadrapo, tiritas y algún antiséptico, como por ejemplo Betadine®.
- Protector solar
Siempre es importante protegerse del sol. En los viajes, donde probablemente pasaremos muchas horas al aire libre expuestos a las radiaciones solares, no podía ser menos.
Incluye en tu botiquín de viaje lociones o cremas con un factor de protección alto, independientemente de que planees hacer turismo de playa o no. Siempre debes protegerte del sol.
Otros productos que podemos incluir en un botiquín de viaje
Además de lo anterior, y en función de nuestro caso particular y el tipo de viaje que vayamos a realizar, también podría ser interesante incluir lo siguiente en nuestro botiquín de viaje:

-Gotas oculares de suero salino, de utilidad si usas lentillas, por ejemplo.
- Medicamentos para el tratamiento profiláctico de enfermedades concretas, como, por ejemplo, la malaria.
-Antiácido o protector gástrico, como Almax® o Cidine®.
-Pastillas potabilizadoras/Desinfectante de agua no potable, como por ejemplo Bactrex® o Solusteril®.
-Gel desinfectante de manos, muy práctico para mantener las manos limpias cuando pasamos todo el día de un lado a otro.
Nota final: Este artículo ha sido redactado en base a mi propia experiencia y siguiendo las recomendaciones del Servicio Médico de Sanidad Exterior. En cualquier caso, no sustituye en absoluto las recomendaciones de un especialista sanitario, al cual debes visitar antes de comenzar tu viaje.