Como muchas personas, Australia era para mí uno de esos destinos que siempre había tenido en mente. De hecho, diría que es uno de los países que más interés despierta entre los viajeros. Y no es para menos.
Su gran extensión lo convierten en un país diverso que, además, cuenta con una inmensa cantidad de atractivos naturales, desde paisajes hasta numerosas especies animales únicas y exclusivas de esta gran isla.
En mi caso, tras muchos años teniéndolo bajo el lema “algún día iré”, en 2016 por fin llegó el momento de coger la mochila y pisar territorio australiano.
Viaje por carretera: de Cairns a Sídney

Decidimos realizar un viaje por carretera por la costa este del país. Para ello alquilamos una campervan que no sólo nos proporcionó transporte sino también alojamiento.
Recorrimos esa zona del país durante los meses de junio y julio, cuando ya empezaba a bajar la temperatura con la llegada del invierno, sobre todo al sur del continente.
Nuestro itinerario por carretera comenzaba en Cairns, al norte del país, y terminaba en Sídney, en el estado de Nueva Gales del Sur.
Sin embargo, una vez metidos en el viaje, nos encontramos con que la mayoría de los viajeros con los que nos cruzábamos se sorprendían de la dirección de nuestra ruta. Todos ellos nos preguntaban, pero, ¿por qué no al revés? ¿no es mejor ir del frío de Sídney al calorcito de Cairns?
Quitando que a nosotros no nos suponía un trauma ir aumentando el nivel de frío a lo largo del viaje, en lugar de ir reduciéndolo, la explicación es sencilla: La pela es la pela.
Puesto que nosotros ya nos encontrábamos viajando por el sudeste asiático, buscamos vuelos desde esta zona. Y, ¡tachán! Descubrimos la fórmula perfecta.
En sentido contrario: más barato
Uno de los aeropuertos con las conexiones más baratas era Cairns, siempre y cuando se volara desde Bali. Pero, ¿es que necesitamos más excusa para pasarnos por Bali? ¡Para nada!
Por otro lado, para salir del país, los vuelos más económicos partían desde Sídney u otras ciudades mucho más al sur que Cairns. Por tanto, si nos decantábamos por el itinerario inverso, Sídney – Cairns, luego tendríamos dos opciones:



1) Deshacer parte del trayecto en coche, lo que implicaba “gasolina tirada a la basura”, y por lo tanto más dinero.
2) Coger algún vuelo interno, que no eran especialmente baratos y nos suponía una mayor pérdida de tiempo, entre otras cosas.
En definitiva, nada podía superar los escasos 134 euros que nos costaba el billete de avión a Australia, desde Denpasar (Bali) a Cairns con la compañía Jetstar.
Además, dejar un vehículo de alquiler en Sídney suele ser más económico que en otros puntos del país y a nosotros nos venía genial que fuese la meta de nuestro recorrido para dedicar varios días a visitar la ciudad sin coche, ya que como toda gran ciudad sufre grandes atascos y aparcar es caro y complicado.
Por lo tanto, si estás planificando viajar a Australia, plantéate rutas alternativas al clásico Sídney – Cairns, o de sur a norte, ya que puede que tu presupuesto salga ganando.