Los gafones, entre los que me incluyo, podemos enfrentarnos a algunos inconvenientes a la hora de viajar, especialmente si utilizamos lentillas.
Un inconveniente inevitable es que tendremos que cargar con algunos productos y/o artículos extra que aquellos que tienen vista de lince no necesitarán. Podríamos decir que debemos preparar un set del viajero miope.
De lo bien que preparemos ese set dependerá que nuestra falta de vista nos ocasione algún que otro pequeño inconveniente más. Para evitarlo, te dejo a continuación una serie de aspectos a tener en cuenta en tus viajes, especialmente si vas a viajar durante un periodo largo de tiempo o a países con menos recursos.

Cómo preparar el set del miope viajero para evitar inconvenientes
Es importante distinguir entre utilizar gafas para leer y ver la tele, y estar totalmente cegato. En el primer caso, en realidad puede que no necesites tener en cuenta los siguientes aspectos. Sin embargo, en el segundo caso, el de aquellos que necesitamos unas gafas o lentillas para poder realizar cualquier actividad porque no vemos tres en un burro, si será importante considerarlos a la hora de planificar nuestro viaje.
Si tu también estás un poco cegato y tan sólo utilizas gafas, yo te recomendaría que le des una oportunidad a las lentillas. Son mucho más cómodas y prácticas, e incluso indispensables, en un gran número de actividades.
Visualízate a ti mismo haciendo trekking por la selva, en el agua mientras haces snorkel, bajo una lluvia tropical intensa o cargando con tu mochila mientras sudas como un pollo. Ahora piensa cómo te estarán jorobando tus gafas en cada una de esas situaciones. Un coñazo, ¿verdad?
Sé que algunas personas no toleran las lentillas y que a otras les da demasiada grima eso de "tocarse el ojo" para ponérselas y quitárselas. En cualquier caso, si planeas un viaje de aventura y/o largo, te recomiendo que intentes utilizarlas.
Las ópticas suelen dejar que pruebes distintos modelos - prueba hasta que encuentres unas lentillas con las que te sientas cómodo. Pide ayuda en la propia óptica o a amigos/familiares que también usen lentillas para que te enseñen cualquier truco que te ayude a vencer la grima de ponértelas y quitártelas.
Eso sí, no lo dejes para última hora. Para saber si unas lentillas te van bien necesitarás probarlas un par de semanas o un mes, así que planifícalo bien o no te dará tiempo a prepararte antes del viaje.
¿Lentillas desechables o reutilizables? ¿diarias, quincenales, mensuales o anuales?
A la hora de incluir las lentillas en nuestro equipaje tener muy presente que vamos a viajar, desplazándonos con frecuencia y cargando con nuestra mochila a todas partes. Por ello, si vas a necesitar utilizar las lentillas todos los días te recomiendo que te lleves lentillas mensuales reutilizables. ¿Porqué?
Si nos llevamos lentillas desechables diarias a un viaje largo, no tendríamos maleta para tanto cachibache. Éstas solo serían recomendables para aquellas personas con poca falta de vista, que no las usarán a diario y solo que las necesitarán en ocasiones muy puntuales, por ejemplo, para hacer snorkel o bucear.
Lo mismo ocurre con las lentillas quincenales. ¿Para qué cargar el doble de packs si podemos reducirlo con las lentillas mensuales?
Aunque a priori las lentillas anuales pueden parecer la opción ideal, ya que tan solo hay que cargar un pack de lentillas, éstas necesitan un mayor mantenimiento. Además, si las perdemos o se nos estropean, reemplazarlas será más complicado. En definitiva, son menos prácticas.
Cantidades
Si utilizamos lentillas mensuales, tendremos que calcular cuántas debemos llevarnos en función de la duración de nuestro viaje. Además, siempre será recomendable incluir unos packs extra. Esto será esencial solventar cualquier pérdida o daño de lentillas y no quedarnos cortos a medio viaje.
Las lentillas mensuales suelen venderse en cajitas con 3 pares de lentillas. Así, si vamos a viajar durante 6 meses los tendríamos cubiertos con sólo dos cajas. Como extra podemos llevarnos las lentillas que estrenemos justo antes del viaje y un par o dos extra que podemos llevar en nuestro equipaje de mano, por si se extravía la mochila que facturemos.
Lo mismo hemos de hacer con el líquido para las lentes de contacto. A mí el clásico bote de 360 ml me dura una eternidad. En mi último viaje largo, me llevé un bote empezado, con poco más de la mitad, y me lo traje sin acabar tras tres meses viajando.
Si nunca te has fijado cuánto te dura uno de esos botes de líquido de mantenimiento para lentillas, te recomiendo que de ahora en adelante te fijes. Así podrás calcular mejor cuánto necesitarás llevarte en tu próximo viaje.
Además de las lentillas y el líquido, otro artículo fundamental para todos los que utilizamos este invento es el portalentillas. Si eres despistado con tus cosas o si simplemente quieres ir sobre seguro, no está demás llevar en nuestro equipaje un portalentillas extra. En realidad, ni pesa ni abulta prácticamente nada, así que no cuesta incluirlo en nuestro neceser por lo que pueda pasar.
Divide y vencerás
Otra cosa que siempre hago es dividir el líquido que me llevo. Para ello, pongo parte del líquido de las lentillas un recipiente con un volumen permitido en el equipaje de mano. Esto lo hago por varios motivos:
1- Si me pierden el equipaje facturado, no me veré sin líquido de lentillas de la noche a la mañana. Además, como lo lleno hasta el tope, me dura bastante tiempo, por lo que gano tiempo hasta que consiga comprar más.
Del mismo modo, en cualquier otro tipo de desplazamiento, por tierra o por mar, llevando dos recipientes con el líquido y poniendo uno en la mochila grande y otro en la de mano, evito quedarme a cero ante cualquier robo, pérdida o similar.
2- Si se trata de un vuelo largo, puede que necesite el líquido cuando me quite las lentillas para dormir en el avión o cuando me las tenga que volver a poner. Así que es otro motivo para llevar parte del líquido en el equipaje de mano.
3- Del mismo modo, podré llevar el líquido a mano cuando quiera sin tener que cargar con todo el bote. Esto puede ser útil para excursiones de varios días a las que no nos llevamos todo el equipaje, por ejemplo.
Extras muy convenientes
Entre los productos extra que yo encuentro muy convenientes destaca el gel desinfectante de manos, ese que se puso de moda cuando la gripe A.
Si estás en medio de la selva y se te atraviesa la lentilla en el ojo, no querrás tocártelo con las manos hechas un cristo. Por este y otros motivos, desde hace mucho tiempo este producto es un indispensable en mi mochila de batalla.

Gel desinfectante con su práctica funda para colgar en la mochila
Estos geles tienen el tamaño perfecto para llevarlos en el equipaje de mano y, además, existen una especie de fundas muy prácticas, y muy usadas en Estados Unidos, para engancharlos a la mochila.
Por otro lado, colirio o lágrimas artificiales también pueden resultar muy útiles. En mi último viaje me llevé un colirio por el que me clavaron unos 10 pavos y que, sinceramente, no utilicé ni una vez. Además, una vez abierto habría que conservarlo en la nevera y no aguanta demasiado tiempo. Por tanto, me pareció poco práctico y, para mi caso particular, totalmente inútil.
Por eso, a menos que uses colirio de forma regular, lo mejor sería llevar lágrimas artificiales de estas que venden en viales individuales y, a ser posible, que se mantengan bien a temperatura ambiente. Eso era lo que yo buscaba, antes de que el farmacéutico me liara con el colirio a precio de oro...
En fin, estos son algunos aspectos que yo, como gafona usadora de lentillas, creo que evitan posibles inconvenientes o quebraderos de cabeza una vez estamos recorriendo el mundo.
Y tú, ¿tienes algún truco de tu propia cosecha? ¡Cuéntalo en los comentarios!