En el post "Cierra el círculo" trataba de explicar porqué creo que la situación actual es el momento perfecto para aprovechar e instruirnos en lo que a ciencia se refiere.
Disponemos de más tiempo ahora que estamos en casa, nos inundan las curvas, los datos, porcentajes de infectados, métodos de diagnóstico del coronavirus, desarrollo de tratamientos...
Nos guste o no, estamos inmersos en una vorágine en la que la ciencia salpica prácticamente todo lo que vemos, oímos o leemos.
Sin embargo, que esté ahí permanentemente no quiere decir que en todos los casos esté en la forma correcta. Entre tanta información se cuelan magufadas como la copa de un pino, conclusiones precipitadas, informaciones incompletas, explicaciones insuficientes o interpretaciones erróneas a tutiplén.
Está en tu mano que no te la cuelen, que realmente puedas comprender la información que se te expone, hacer tus propias interpretaciones, poder corroborar su veracidad o imparcialidad, sacar tus conclusiones y que estas sean adecuadas.
No, no te vas a convertir en un renombrado científico/a por leer algunos libros, pero sí empezarás a familiarizarte con la “ciencia buena” y empezarás a construir unos cimientos que, lo creas o no, serán muy positivos para tu vida, tanto a nivel individual como general, pues eres parte de la sociedad.
Si sabes más, entiendes mejor y pones en valor lo que la ciencia y el buen método científico te aportan como ciudadano/a; tendrás armas para digerir y analizar la información, pero también para demandarle al estado aquello que necesitamos como sociedad.
Hoy te propongo que te acerques a la ciencia. Que aproveches esta cuarentena para empezar a adquirir conocimientos capaces de hacerte ver el mundo de otra manera.

Eso sí, si le das la mano a la ciencia, no habrá marcha atrás.
Querrás que cuando se den porcentajes de letalidad se especifique que es orientativo, porque no se sabe el total de infectados y, por tanto, se está calculando sobre un valor incompleto que, como consecuencia, arroja un porcentaje probablemente más alto que el real.
Se te hinchará la vena de la frente cuando en un programa de televisión se refieran al coronavirus como un animal, o cuando en una mesa de debate de cualquier programa televisivo hayan tropecientos periodistas y ni un solo científico que ponga las cosas en contexto.
Quizás hasta dejes de llamarle al coronavirus "el bicho"; o al cáncer, porque también se ha usado mucho para ello eso de "el bicho". Ni el coronavirus ni el cáncer se aplastan con una pantufla como cualquier insecto que se cuela por nuestra ventana. Ojalá fuera así, pero la realidad es otra.
No quiero ser hater, y entiendo que las personas tendemos a dulcificar las cosas para encajarlas mejor, pero solo si comprendemos qué hay detrás de ese genérico apodo de "bicho" podremos afrontar el problema y demandar herramientas y estrategias para ello.
Además, conocer mejor y llamar a las cosas por su nombre ayuda a combatir el miedo y la psicosis.
Un pequeño ejemplo: Imagina que estás en plena sabana africana donde sabes que vive una majestuosa serpiente de color verde, que se mueve entre los matorrales y que a menos que se sienta atacada no tiene comportamiento agresivo. Si por casualidad te cruzas con ella y se dirige hacia ti sabrás cómo y con qué rapidez quitarte de su camino, porque conoces a esa serpiente, sabes cómo es y cómo distinguirla. Incluso puede que ni te la cruces, porque sabes cómo evitarla; no metiéndote en los matorrales. Ahora imagina que estás en el mismo lugar pero alguien te dice "por aquí hay un bicho capaz de matarte". No sabes nada de él porque no lo has visto y ni si quiera sabes de qué animal se trata, porque te han dicho que es "un bicho". ¿Es un animal grande, veloz, se desplaza a ras del suelo? Ni si quiera sabes si realmente está ahí o dónde vive o cómo evitarlo.
¿En qué situación crees que sentirías más estrés, más miedo, más desconcierto? Sin duda en aquella en la que no solo no tienes conocimientos sino que ni si quiera tienes una información mínima adecuada.
Pero también será mucho más difícil que te den gato por liebre o que te dejen a medias con información incompleta. Serás capaz de detectarlo y, lo más importante, aprenderás a contrastar lo que te cuentan, a separar el grano de la paja, a recurrir a fuentes fiables.
En definitiva, es un camino para abrir los ojos y no cerrarlos nunca más. ¿Estás dispuesto/a a ello?
Si tu respuesta es SI, en este enlace he recopilado diversos libros recomendables para empezar a meter la cabeza en el mundo de la ciencia o para profundizar en los temas que más te interesen sin tener que pelearte con textos técnicos.
Encontrarás desde la historia de Henrietta Lacks cuyas células (HeLa) se han convertido en inmortáles y han sido utilizadas en miles de experimentos en todo el mundo; hasta libros para comprender hasta qué punto la ciencia está presente en tu día a día sin que te des cuenta.
Lecturas amenas, interesantes e incluso divertidas. ¿Te atreves?



EXTRA: Algunas webs interesantes y fiables para familiarizarte con la ciencia
- NAUKAS
- SCIENTIA
- Principia Marsupia (Público)
- Principia Marsupia - blog original (está desactualizado (la última entrada es de 2012), pero rebuscando en su contenido puede que encuentres artículos interesantes y útiles para adquirir conocimientos sobre ciencia)
- Materia