Mallorca resuena, casi inevitablemente, como destino de sol y playa. Sin embargo, la isla cuenta con multitud de atractivos más allá de sus placenteras costas.
Naturaleza, cultura, historia y tradición son las otras caras que muchas veces olvidamos cuando hablamos de qué ver en Mallorca.
Todas ellas además son la opción perfecta si visitamos la isla durante el invierno o si, durante el verano, queremos un realizar un viaje más dinámico alternando los días de playa con otras actividades interesantes.
Qué ver en Mallorca más allá de sus playas
Mercado artesanal y agrícola de Santanyí
El bonito pueblo de Santanyí se llena de vida los sábados, cuando tiene lugar su mercado artesanal y agrícola.

En dicho mercado podemos encontrar multitud de piezas elaboradas artesanalmente e incluso a los propios artesanos con las manos en la masa.
También es un buen lugar para degustar algunos de los productos de la gastronomía mallorquina, ya sea una coca de trampó o cualquier otra delicia local.
Los puestos del mercado se distribuyen por las calles del pueblo, lo que nos permite, además de curiosear los productos, disfrutar de un agradable paseo por este bonito pueblo de callejuelas intrincadas y rincones con mucho encanto.

Parque Natural de Mondragó
Ubicado en el propio término municipal de Santanyí, este parque natural es un lugar fantástico para realizar caminatas o disfrutar de un picnic al aire libre (sin encender ningún fuego, ya que está prohibido).
En pocos metros se puede disfrutar de increíbles y variados paisajes; desde bosques de acebuche y pinar hasta las impresionantes calas de arena rubia que se encuentran dentro del parque.


Vale, había dicho que estos eran planes alternativos a la playa, pero es que es imposible no nombrar las calas de S’Amarador y Mondragó. Aunque sea invierno o no queramos hacer turismo de playa, estas preciosas calas y sus aguas cristalinas junto con el contraste de la naturaleza que las abraza nos regalan una estampa preciosa.
Castillo de Santueri
El Castillo de Santueri, declarado Bien de Interés Cultural en 1949, se encuentra en Felanitx, en la Sierra de Levante.
Cuenta con un emplazamiento privilegiado, en lo alto de una cima, desde donde se puede disfrutar de unas vistas impresionantes; y es que el objetivo de esta fortaleza era tener vigilada la costa sureste de la isla, por lo que un campo amplio de visión era fundamental para su cometido.
Es un castillo roquero (que no rockero), ya que se aprovechó la propia orografía de la montaña para su levantamiento. Esa característica lo convertía en una excelente fortificación, prácticamente impenetrable.

A diferencia del castillo de Bellver, mencionado más abajo, el de Santueri está parcialmente destruido. Por ello resulta muy interesante concertar una visita guiada o, en su defecto, utilizar la guía diseñada para visitarlo de forma independiente.
Esta guía consiste en una ruta señalizada con postes que contienen códigos QR que podemos leer con nuestro teléfono móvil y así acceder a explicaciones e información detallada sobre las diferentes zonas de este castillo y su historia.
El Talaiot de Son Fornés
El talayot (o talaiot, en catalán) de Son Fornés es un yacimiento originario de la época talayótica, pero que fue habitado ininterrumpidamente durante 1500 años, por lo que la zona estuvo ocupada hasta la época romana.
En este poblado prehistórico se pueden observar diferentes construcciones, pero estas solo constituyen un 15% de la superficie total de este yacimiento. Por ello, se trata de un enclave en el que aún se realizan tareas de excavación.

No obstante, el yacimiento se puede visitar por libre e incluso hay algunas mesas para hacer picnics. Las diferentes construcciones cuentan con paneles explicativos con detalles de distinta naturaleza.
La visita al yacimiento de Son Fornés se puede complementar con el museo arqueológico del mismo nombre, donde es posible contemplar diversos objetos hallados en las excavaciones del poblado.
Curiosa y, en mi opinión, contraproducentemente, el museo permanece cerrado los fines de semana. De lunes a viernes se puede visitar de 10:00 a 17:00 durante el verano y de 10:00 a 14:00 durante el invierno.
Eso sí, el último domingo de cada mes abre de 10:00 a 14:00 y la entrada es gratuita. En horario normal (de lunes a viernes), el precio es de 3.5 €, 4.5 € si optamos por una visita guiada al museo y el yacimiento.
Paseo por Binissalem
Si te preguntas qué ver en Mallorca sin ajetreos ni prisas, incluir Binissalem en tus planes será una buena idea. En pleno centro de la isla este pequeño pueblo transmite una paz casi abrumadora.

Pasear por sus plazoletas y edificios de piedra es toda una gozada. Entre sus edificaciones destaca la iglesia de Santa María Robines, que tiene un campanario enorme y precioso.

Binissalem es un lugar de gran tradición vinícola. De hecho, fue la primera zona de la isla en recibir una Denominación de Origen.
Por tanto, además de para pasear por sus calles, Binissalem es un buen lugar para los amantes del turismo enológico, pues encontrarán diversas bodegas que pueden ser visitadas y “catadas”, claro.
Además, durante la segunda quincena de septiembre, tras la época de vendimia, tiene lugar la Festa des Vermar o Sa Vermada, el festival anual del vino de Binissalem que lleva celebrándose desde 1965.
Castillo de Bellver
El castillo de Bellver es una enorme e impresionante fortificación que data de principios del siglo XIV y que se encuentra un estado de conservación estupendo.
Rodeado de bosque y con unas vistas inigualables de la sierra de Tramuntana y de la ciudad de Palma, para cuya defensa fue construido, el de Bellver es el castillo de planta circular más antiguo de Europa.
En su interior cuenta con numerosas estancias y alberga el Museo de Historia de la ciudad de Palma.



El castillo abre de martes a sábado de 10:00 a 19:00 (hasta las 18:00 en invierno) y los domingos de 10:00 a 15:00. Se puede visitar por libre, con audioguía o con una visita guiada.
Fundación Pilar y Joan Miró
Para los amantes de las artes plásticas la visita a la Fundació Pilar i Joan Miró es indispensable. En ella se recogen multitud de obras del conocido artista catalán, incluyendo pinturas, esculturas, dibujos y bocetos, entre otros.
Fueron el propio pintor y su esposa quienes promovieron la creación de este centro cultural en la ciudad de Palma.


La Catedral de Santa María de Palma de Mallorca
La catedral de Mallorca es simplemente impresionante. Visible desde multitud de puntos de toda la isla, esta imponente construcción escasos metros del mar dudo que deje indiferente a alguien.


Aunque personalmente me quedo con el exterior, el interior de esta catedral también es precioso, albergando unos rosetones y ventanales con vidrieras realmente bonitas.

