Viajar sin plan, sin una ruta establecida, puede ser una de las aventuras más emocionantes y divertidas. Tener libertad para decidir cuánto tiempo nos quedamos en un lugar o en qué dirección continuamos nuestro camino, dejarnos llevar por lo que nos cuentan las gentes de un país u otros viajeros, darle rienda suelta a la espontaneidad. Es estupendo.
Sin embargo, existen una serie de cuestiones de las que nadie puede librarse, y que nunca pueden quedar exentas de planificación. Al menos si no queremos sorpresas o malos tragos.
Esas cuestiones son los aspectos legales y la documentación necesaria para viajar.
Por ejemplo, aunque que queramos ir por libre y viajar sin plan, si un país requiere visado, tendremos que obtenerlo sí o sí, si realmente queremos visitarlo. Puede que no sepamos en qué momento del viaje llegaremos a dicho país o cuánto tiempo estaremos en él, pero no nos quedará otra que meditarlo con tiempo para solicitar los documentos que sean necesarios.
Además de los visados, otras cuestiones fundamentales en las que no debemos improvisar o dejar para última hora son el pasaporte, el tiempo máximo de estancia en los diferentes países y el vuelo de vuelta (requisito indispensable para entrar a determinados países).
Viajar sin plan: documentación que no podemos eludir ni dejar de planificar
Pasaporte
En España generalmente la obtención del pasaporte es bastante rápida. Se puede sacar en las Jefaturas Superiores y Comisarías de Policía, de donde saldrás con tu pasaporte en la mano al momento.

Sin embargo, para sacar el pasaporte suele ser necesario pedir cita previa y ésta no siempre estará disponible para cuando a nosotros nos interese. En especial durante los meses de verano, donde todo el mundo quiere ir de vacaciones y, por tanto, no es raro que todas las citas estén ya cogidas.
Para evitar vernos en esa situación, lo mejor es planificarlo con antelación. El pasaporte tiene una validez de entre 5 y 10 años (dependiendo de la edad del solicitante), y la validez requerida para viajar es de al menos 6 meses (antes de la fecha de expiración). Por tanto, no hay excusas para no sacarlo con antelación, no nos va a caducar.
¿Y si me he esperado a última hora y no consigo cita en la comisaría? Entonces un truco es solicitarlo en otra comisaría. Puedes obtener el pasaporte en cualquier lugar de España, así que busca comisarías de otras localidades en las que haya cita previa disponible y listo.
En el link que dejado más arriba, el sistema de cita previa de la Policía Nacional, podrás ver la disponibilidad de fechas para las distintas localidades.
Visado
La visa o visado es el documento legal que muchos países requieren para que un viajero pueda entrar en el país y permanecer en él un tiempo determinado.
Una vez más, la necesidad de obtener un visado dependerá del país de procedencia del viajero y del lugar de destino.

Existen multitud de convenios entre países que rigen de manera totalmente diferente los requisitos de entrada de un viajero o turista. Es decir, no se puede generalizar de ninguna manera.
Por ejemplo, que nuestros vecinos franceses no requieran visa para un determinado país, no supone que los españoles, por ser también europeos, tampoco la necesitemos. Nada más lejos de la realidad.
Además, cabe destacar que los convenios mencionados están en constante evolución. Por ejemplo, que 3 años antes para visitar un país concreto tuviésemos que solicitar un visado on-arrival, no quiere decir que en la actualidad siga siendo así; puede que ahora sea necesario solicitarlo con antelación y tenerlo en mano antes de pisar el aeropuerto de dicho país.
Por tanto, siempre es necesario informarse correctamente en la embajada o consulado correspondiente. No importa si ya hemos visitado anteriormente ese país y “nos conocemos el procedimiento”.
Además, en este caso puede ser muy importante el factor tiempo. Muchas visas son sencillas y rápidas de obtener. Sin embargo, para algunos países se requieren largos periodos de tiempo, el envío de nuestro pasaporte, y otras muchas gestiones que pueden prolongar el proceso durante meses.
Por ello, y aunque queramos viajar sin plan fijo, una de las primeras cosas que hemos de abordar en la planificación de un viaje es: si se necesita visa y qué procedimiento es necesario para obtenerla.
Tiempo de estancia en un país
Existen limitaciones en cuanto al tiempo que podemos permanecer en un país. Esto, una vez más, depende de nuestro país de origen y del lugar que vayamos a visitar en nuestro viaje.
Sin embargo, casi siempre tendremos diferentes posibilidades entre las que elegir, y de ello dependerá en gran medida el tipo de visa que decidamos sacar.
Normalmente, el periodo mínimo permitido de estancia es de entre 1 y 3 meses. En muchos casos para esos periodos o no es necesario solicitar un visado o, si lo es, suele ser la visa de turista, muchas veces gratuita, aunque no siempre.
Para estancias más largas o por otros motivos diferentes al turismo (negocios, estudios, voluntariado…) se suele necesitar una visa concreta que puede requerir más papeleo y que frecuentemente conlleva una tasa de pago.
En cualquier caso, no podemos generalizar, así que de nuevo lo importante es informarnos bien y con tiempo suficiente. Esta información a menudo se facilita junto a la información de los distintos visados de un país.
Vuelo retorno o de salida del país
No hay nada más emocionante que viajar solo con billete de ida. Sin embargo, la burocracia y las leyes internacionales cada vez nos lo ponen más difícil a los “viajeros espontáneos”.
De hecho, este tema es uno de los que más joroba a aquellos que quieren viajar sin plan, porque además de obligarnos a realizar cierta organización, supone un gasto de dinero inevitable.

Son ya muchos los países que, independientemente de que tengas un visado para 3 meses, por ejemplo, no confían que te marcharás antes de que expire tu visa. Requieren por tanto una prueba “fehaciente” de tu salida del país, un vuelo de vuelta.
En realidad, ese billete de avión no tiene que ser un billete de vuelta a tu país de origen. Puede ser a cualquier otro lado, mientras salgas del país en cuestión. De hecho, ni si quiera tiene que ser un billete de avión, puede ser de barco, tren o cualquier otro transporte.
Lo que importa es que demuestres que, en algún momento, dentro del tiempo de estancia que se te permita, te vas.
Este trámite es importante, y tampoco debes dejarlo sin atar en manos de la espontaneidad, aunque quieras viajar sin plan establecido. Hay países que son muy exigentes con este tema, y la no presentación de tu billete de salida puede implicar que ni si quiera te dejen embarcar en el avión.
Por lo tanto, una vez más tendremos que informarnos correctamente y comprar, si es necesario, un billete de vuelta, aunque al final no lo utilicemos.
Viajar sin plan, pero planificando
Como ves, es prácticamente imposible viajar sin planificar aunque sea un poquito. Qué le vamos a hacer, es lo que tiene la burocracia y los asuntos legales.
En cualquier caso, no debes desanimarte. Que tengas que organizar esta documentación de viaje no tiene porqué impedir que viajes sin plan, decidiendo a cada momento por dónde y hacia dónde te mueves. Simplemente es necesario ser un poco previsor y darle rienda suelta a la espontaneidad, pero con cabeza.