Si has entrado en Booking.com y has tratado de buscar alojamiento en Cuba, te habrás dado cuenta de que en este rincón del mundo las cosas no funcionan igual.
Aunque en el país la gente habla de que ahora el turismo está en auge, en realidad el flujo constante de turistas no es algo nuevo para Cuba. Pero, ¿Cómo se las han ingeniado hasta ahora los viajeros para gestionar el alojamiento en el país?
Hasta hace unos años la inmensa mayoría de turistas que llegaban a Cuba lo hacían mayoritariamente con paquetes de viajes cerrados, contratados en sus países de origen, y que incluían el alojamiento en el pack.
Y es que, no solo era complicado buscar alojamiento en Cuba por cuenta propia, sino que era (y es, en teoría) indispensable hacerlo de antemano, pues se debe contar con la dirección de un hotel u otro tipo de alojamiento oficial en el momento de entrada al país.
Es decir, teóricamente no es posible plantarse allí sin ninguna reserva y mucho menos planear quedarse a dormir en casa de familiares o amigos.
Pero las cosas han cambiado, tanto para los cubanos como para los turistas, especialmente para aquellos viajeros que quieren recorrer el país por libre y organizarse su propio viaje.
Buscar alojamiento en Cuba hoy: las casas particulares
Como he comentado en otras ocasiones, los cubanos constituyen, en mi opinión, una de las sociedades más acogedoras que podemos encontrar. Además, en general son gente curiosa y habladora.
Si a ello le sumamos las trabas que existen en el país para viajar o disponer de la información y actualidad del mundo a su antojo, el resultado es que muchos cubanos disfrutan como nadie de la compañía de los turistas que visitan el país.
Aunque hace muchos años que en Cuba existen los paladares, casas particulares en las que la familia ofrece comidas a modo de restaurante y, por tanto, un punto de encuentro más cercano entre locales y turistas; la legalización de las casas particulares como opción de alojamiento en Cuba va un paso más allá en esa interacción con quienes visitan el país.
Por supuesto, esta práctica ofrece una excelente oportunidad de negocio para las familias cubanas y, a su vez, facilita recorrer el país por libre, conocerlo mucho más a fondo y, además, abaratar el coste del viaje.
En realidad, no se trata de una práctica nueva; Airbnb no inventó la idea de alquilar tu casa o una habitación a los turistas, sino que podríamos decir que los cubanos fueron los pioneros en ese sentido.
Desde el año 1997 el gobierno de Cuba permite a personas particulares adquirir una licencia para alquilar sus viviendas como alojamiento turístico para extranjeros. Sin embargo, antes ni era tan fácil para los cubanos obtener dicha licencia ni los pocos que la tenían eran fáciles de encontrar.

Casas particulares en Viñales
Pero se han juntado dos factores clave que han dado lugar al boom de las casas particulares en Cuba.
Por un lado, una mayor flexibilidad por parte del gobierno a la hora de conceder licencias ha hecho que las casas particulares hayan florecido en todos y cada uno de los rincones del país. De hecho, en lugares como Viñales hoy es casi imposible encontrar una vivienda particular que no sea alquilada por sus propietarios.
El otro factor determinante es, probablemente, el mayor y mejor acceso a internet, que permite una mayor visibilidad a las familias que quieren alquilar su casa.
Tan frecuente y exitosa ha sido esta opción de alojamiento, sobre todo en su reciente boom, que, a diferencia de Booking, que sigue sin funcionar en Cuba, Airbnb ha entrado por la puerta grande en el país.
Aunque se encuentra en el punto de mira constantemente y nadie le asegura su funcionamiento permanente, ya que es una empresa americana y eso complica las negociaciones; Airbnb se ha convertido en una herramienta muy útil para muchas familias que ofrecen su hogar como alojamiento en Cuba.
Desde luego, también es útil para los viajeros, sobre todo para aquellos que quieren organizar todo el alojamiento antes de comenzar su viaje.
Alojamientos clásicos en Cuba
Más allá del auge de las casas particulares, Cuba sigue plagada de hoteles de todo tipo, muchos de ellos con el famoso todo incluido, aunque continúa existiendo una escasez inmensa de hostales y albergues (prácticamente inexistentes) o, simplemente, de habitaciones compartidas.
Esto último hace que viajar solo en Cuba, a pesar de que el coste de vida en el país sea barato, salga bastante más caro que con uno o varios compañeros de viaje, pues aún es complicado encontrar opciones que permitan abaratar los costes compartiendo dormitorio con desconocidos.
En definitiva, buscar alojamiento en Cuba hoy en día es muchísimo más sencillo que hace unos pocos años.
Eso sí, aun hay que tener más paciencia que para reservar hospedaje en muchos otros lugares del mundo, pues sigue siendo un poco más complejo, pero es parte del encanto.