Sí, hubo una época dorada en donde los chollos last minute eran la reina de la fiesta, el subidón de adrenalina para los que conseguían un par de días libres en el último momento, un salvoconducto para los novios que habían olvidado organizar algo romántico por su aniversario y una gran oportunidad para los más aventureros.
Esa época existió, pero, ahora, está dando los últimos coletazos cual salmón a contracorriente.
No podemos decir que hayan dejado de existir, ya que aún es posible encontrar muchos y buenos chollos; pero, ni tan baratos, ni tan last minute.
Los viajes last minute a los que yo me refiero como casi extintos estuvieron muy bien representados en el capítulo Treinta minutos sobre Tokio de Los Simpson:
Durante aquel periodo idílico del pasado, la situación molaba tanto para los viajeros que esperaban a última hora por pereza, como para los viajeros aventureros que disfrutaban plantándose en un aeropuerto a ver qué destino les deparaba el azar.
Pero, hoy, eso ya es casi un mito. Te plantas todo emocionado en un aeropuerto a esperar un chollo de última hora e igual te terminas convirtiendo en Tom Hanks en La Terminal.
Por eso, sinceramente creo que hoy en día los vuelos last minute son un bien escaso, muy escaso.
Incluso, la impresión que realmente tengo es que, en realidad, la tortilla se ha dado la vuelta, y las compañías prefieren poner por las nubes los últimos asientos disponibles hasta el último minuto. Sí, until the last minute.
De hecho, es algo que he vivido en primera persona varias veces. Cuando me ha tocado viajar de un día para otro por alguna emergencia familiar o por trabajo, nunca he podido encontrar chollos last minute; más bien me ha tocado desembolsar cantidades bastante exageradas.
De todas formas, con todo esto no digo que ya no se puedan conseguir vuelos baratos, simplemente que la estrategia ha cambiado.
Ahora, en lugar de esperar al último minuto, es bastante más efectivo realizar las búsquedas de vuelos con suficiente antelación y, a ser posible, evitando los periodos más solicitados. Sobre todo para vuelos de larga distancia o rutas muy solicitadas.
Y tú, ¿qué opinas? ¿crees que los chollos last minute son los padres o una mágica realidad?