cuánto cuesta viajar a filipinas

El desliz de los filipinos: devolver el cambio

Quizás pensamos que la “picaresca” es única y exclusiva de nuestro país. Que es que aquí somos muy espabilaos y no perdemos oportunidad para sacar ventaja.

Sin embargo, cuando uno viaja se da cuenta de que existen tantas picarescas como lugares.

Los filipinos y su picaresca

Si en Tailandia los taxistas inflan los precios para los turistas e incluso se niegan a poner el taxímetro (en cuyo caso te saldría baratísimo), en Filipinas hay otra picaresca para sacarse unos eurillos de más: olvidar devolver el cambio.

La primera vez que nos pasó pensamos que sería un despiste. Eran los primeros días del viaje, esos en los que te sientes boyante porque tu presupuesto está casi sin estrenar. Así que dijimos, ¡Bah! Da igual, ni le pedimos el cambio. ¿Qué son, unos pocos céntimos?

La segunda vez que no nos devolvieron el cambio pensamos que hay que ver que despistados son estos filipinos, será verdad eso de que viven a otro ritmo ("aplatanaos", como se supone que estamos en Canarias…). En fin, tampoco le dimos mayor importancia.

A partir de la tercera vez ya nos dimos cuenta de que ni despiste ni nada, era una picaresca en toda regla. No era posible que pasase con tanta frecuencia y en lugares diferentes cada vez.

De todas las veces que nos la metieron doblada, la más graciosa fue una camarera en Diniwid Beach (Boracay). Después de tangarme el cambio una primera vez, a la segunda ronda se volvió a olvidar de traer la vuelta. Así que esta vez se lo dijimos:

(Nosotros) -Emmmm...¿Perdona, me puedes traer el cambio?
(Camarera picarona) -¡Ay! Sí sí, ahora lo iba a traer…

Efectivamente, tras pedírselo nos trajo el cambio; pero no el cambio que era, sino el que a ella le pareció conveniente. Concretamente la mitad de lo que tenía que habernos devuelto. Nos reímos un buen rato y no le dimos más importancia.

De nuevo, no eran más que unos cuantos céntimos, siempre menos de un euro, pero céntimo a céntimo y propina a propina la cartera se va mermando.

Este desliz de los filipinos lo sufrimos bastantes veces, pero, para ser justos, era muchísimo más frecuente en los lugares más turísticos. De hecho, los olvidos de devolver el cambio nos los encontramos en Boracay, y uno bastante feo al contratar una excursión en El Nido.

Sinceramente no recuerdo que nadie nos hiciera esta picaresca en Puerto Princesa, por ejemplo. O quizás nos la metieron y no nos dimos cuenta.

En cualquier caso, sobra decir que la inmensa mayoría de los filipinos son honrados, agradables y buena gente en general, que no solo no intentan aprovecharse de los guiris, sino que les tienden una mano cuando haga falta.

Y a ti, ¿te han hecho la picaresca en algún lugar?

Si te gusta, ¡comparte!

Deja un comentario