El guarapo cubano es una bebida que no deberías dejar de probar si visitas el país. No es exclusivo de Cuba, pero hay que tener en cuenta que el término no siempre define un mismo producto.
Por ejemplo, en Canarias llamamos guarapo a una especie de miel o melaza que se obtiene a partir de la savia de la palmera canaria, mientras que, en Cuba, el término guarapo se emplea para definir el jugo extraído de la caña de azúcar.
Se trata de una bebida dulce, con un elevado contenido en azúcares, aunque éste varía en función del tipo de caña empleada y su maduración, que se consume muy frío.
Si eres de esos viajeros que disfrutan mimetizándose con la gente y las costumbres del país, te encantará hacer una parada en alguna guarapera.
El guarapo de caña, un elixir cubano

El guarapo de caña se extrae directamente de la caña de azúcar al molerla con una máquina denominada trapiche, que consiste en dos rodillos de metal con estrías por el que se hace pasar la caña para sacarle el jugo.
Si se deja fermentar ese jugo, se obtiene una bebida alcohólica, pero el guarapo cubano del que hablamos es una bebida refrescante y sin alcohol que se consume directamente tras su obtención, sin dejarla reposar o fermentar.
En las guaraperas, que es como se llaman los “dispensadores” de guarapo, se pasa la caña por el trapiche, que en estos establecimientos generalmente funciona de manera manual, con una manivela, y se recoge al instante el producto exprimido. Un par de hielos y está listo tomar.

Encontrarás guaraperas repartidas por todo el país, especialmente en zonas rurales y bordes de carreteras, donde muchos conductores paran a reponer fuerzas y a socializar.
El precio del guarapo es muy barato. Un vaso cuesta uno o 2 pesos cubanos (no convertibles), por lo que al cambio el coste es casi irrisorio para los que venimos de otros países.
A pesar de ser una bebida adorada por los cubanos, no es posible encontrarla embotellada, ya que en pocos minutos tras su extracción comienza a oscurecerse, lo que la hace mucho menos apetecible; de ahí que se tenga que consumir al momento, recién exprimido de la caña, y que aún no lo hayan envasado para convertir el guarapo en un producto comercial.
Sin duda, es algo que te recomiendo que pruebes en tu viaje a Cuba; no solo porque es una bebida agradable y diferente, sino porque también es una forma de sumergirte en la cultura del país.
En las guaraperas se agolpan los cubanos y siempre hay conversaciones interesantes. Además, la extracción manual del jugo también es curiosa de ver. Eso sí, no te extrañes si todos te miran expectantes cuando vayas a dar el primer sorbo, estarán deseando saber si te gusta su apreciado guarapo.