mochila impermeable

¿Mochila impermeable, resistente al agua o estanca?

En varias ocasiones he recomendado o comentado que soy partidaria de utilizar mochilas impermeables y fundas protectoras, ya que en más de un viaje me ha tocado ver cómo caía sobre mi equipaje una lluvia incesante sin poder protegerla de ninguna otra manera. Por ejemplo, en transportes como los taxi-brousse donde las mochilas y maletas van fuera del vehículo durante todo el viaje por carretera.

Sin embargo, consultando la web mochilasimpermeables.com me he dado cuenta de que a veces utilizamos indiscriminadamente la palabra “impermeable”, sin realmente comprender o pararnos a pensar el grado de impermeabilidad que necesitamos para nuestro caso particular.

Como me ha parecido interesante la información recogida en dicha web, y he aprendido unas cuantas cosas útiles para elegir mochila correctamente, en este post me gustaría ahondar un poquito en el tema. ¿Te animas a seguir leyendo?

Diferencia entre mochila impermeable, estanca y resistente al agua

Si bien la característica distintiva de una mochila estanca es más obvia, las diferencias entre una mochila impermeable y otra resistente al agua puede no ser tan evidente.

Se puede decir que estos tres tipos de mochilas marcarían los tres niveles estándar de impermeabilización de una mochila, que grosso modo serían básico, intermedio y alto.

Las que son resistentes al agua pueden soportar una lluvia ligera durante un periodo de tiempo relativamente corto, mientras que las mochilas impermeables propiamente dicha son las que están preparadas para soportar lluvias mucho más abundantes o intensas o periodos más prolongados bajo la lluvia o en contacto con una superficie húmeda.

Si una mochila impermeable se nos cae al agua, por ejemplo, durante un transporte marítimo o si acabamos dándonos un chapuzón involuntario mientras atravesamos un río, podría soportar esa breve inmersión sin que se moje todo lo que transportamos en su interior.

Sin embargo, aunque se trate de una mochila impermeable, al ser sumergida completamente o de forma más constante/prolongada (por ejemplo, si la llevamos colgada a la espalda mientras atravesamos ese supuesto río y la base de la mochila permanece bajo el agua todo el trayecto) el agua acabaría filtrándose al interior de la misma.

Así, para esas situaciones las mochilas indicadas son las estancas, que pueden ser sumergidas completamente sin que penetre el agua a su interior; son mochilas preparadas para las condiciones más extremas.

¿Qué tipo de mochila escoger? ¿Qué grado de impermeabilización es más conveniente?

Si como yo valoras las ventajas de viajar con mochila en lugar de con la clásica maleta de viajes, seguramente te habrás hecho esta pregunta en más de una ocasión.

viajar con mochila impermeable

Lógicamente las mochilas estancas proporcionan una seguridad máxima a la hora de mantener nuestras pertenencias secas y protegidas. Sin embargo, no tiene porqué ser necesariamente la mejor opción.

Dependerá del destino de viaje, de las actividades que vayamos a realizar, de cómo pensemos desplazarnos y, en definitiva, del tipo de mochila que queramos (equipaje principal, para movernos durante el viaje, etc.).

Digamos que, para la mochila grande, la que constituirá nuestro equipaje de viaje propiamente dicho, bastaría con una mochila resistente al agua o impermeable. El grado de impermeabilización de una mochila afecta lógicamente a su precio, así cuanto más resistente sea la mochila o de mayor calidad sean sus materiales, por lo general, más cara será.

Si tienes un presupuesto limitado y no quieres o puedes gastarte un dineral en una mochila impermeable de gran calidad, puedes complementar una mochila resistente al agua con una funda impermeable que le aporte un extra de protección en caso de encontrarte con lluvias copiosas.

Personalmente las mochilas estancas a mí me parecen muy útiles como “mochila para darle trote”; es decir, para llevar a excursiones y actividades diarias. Suelen ser bastante más caras, pero al fin y al cabo ofrecen una protección máxima. Antes de gastarte un dineral en una mochila estanca plantéate si te va a ser realmente útil o si te bastaría con una mochila impermeable.

Si vas a realizar actividades acuáticas en las que haya probabilidades de que acabe en el agua o en las que tu mochila tenga que estar sumergida inevitablemente, entonces te será conveniente.

Pangalanes mochila impermeable

Otra ventaja de las mochilas estancas, por las características de sus materiales, es que son más resistentes a la suciedad y se limpian con facilidad. Por tanto, si haces actividades en las que acabarás repleto de barro, polvo y a saber qué, una mochila estanca también te será bastante práctica.

Y el mundo de las mochilas no acaba aquí; el grado de impermeabilización es solo una de las muchas características que tenemos que valorar. Una mochila antirrobo resistente a los cortes o una mochila estándar, con más o menos compartimentos, nivel de comodidad, diferentes sistemas de sujeción, litros de capacidad, peso de la mochila… son muchas las características a elegir.

Sé que se puede hacer pesado tener en cuenta todos esos factores, pero realmente conviene darle unas cuantas vueltas y analizar a fondo qué tipo de mochila nos hace falta. Al fin y al cabo, la estaremos llevando a la espalda durante todo el viaje, por lo que debe ser una mochila cómoda, práctica y eficiente a la hora de proteger las cosas que metamos en su interior.
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