Oporto

Oporto, una ciudad para todos los gustos

Casi todas las ciudades despiertan un amplio abanico de reacciones en los viajeros que las visitan: unos se quedan prendados, otros lo disfrutan, pero se van sin ganas de repetir, y algunos se vuelven desencantados y casi arrepentidos de haber escogido como destino la ciudad en cuestión.

Esa variedad de reacciones frente a un mismo destino es, en realidad, algo de lo más normal, pues es difícil que un mismo lugar nos guste a todos o simplemente que nos encandile por igual.

Sin embargo, hay una pequeña proporción ciudades y lugares que parecen tener una llamativa capacidad para contentar a todo tipo de viajeros, independientemente de su forma de viajar, la época del año en la que se visiten u otros factores similares.

Oporto es una de esas ciudades. Familias, parejas, aventureros solitarios, culturetas, foodies… he escuchado a todo tipo de viajeros contar maravillas sobre esta ciudad portuguesa, casi sin importar lo diferentes o lo exigentes que fueran.

Ser capaz de contentar a una gama tan variada de viajeros dice mucho de un destino; y es que solo los lugares más bonitos, completos y/o más diversos, en lo que a atractivos y servicios turísticos se refiere, pueden conseguir tan complicada tarea.

Pero, ¿porqué la inmensa mayoría de viajeros adoran Oporto?

Los muchos encantos de Oporto

Oporto

Oporto, que es la segunda urbe más grande de Portugal, solo por detrás de Lisboa, alberga encantos y particularidades para todos los gustos.

Tierra de vinos, esta ciudad del norte de Portugal es un paraíso para los amantes de la enología en particular, y la gastronomía en general. De hecho, las rutas por diversas bodegas y las degustaciones de vino son algunas de las actividades por excelencia cuando se visita Oporto.

También es un plan perfecto para aquellos viajeros que, sin ser grandes sibaritas del vino, disfrutan dedicando parte de su viaje a los ratos de ocio y dispersión en tabernas y bares.

Por supuesto, no solo de cultura vinícola “vive” Oporto. La ciudad cuenta con un bonito casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1996, perfecto para deambular sin rumbo.

Callejuelas estrechas, rincones con encanto y edificios que da gusto admirar hacen que recorrer el casco histórico a pie y con calma sea otro plan imprescindible al visitar la ciudad.

Igual de encantador resulta surcar las aguas del río Duero contemplando los famosos puentes que conectan la ciudad de Oporto con Vila Nova de Gaia. Y si reservamos algo de tiempo para contemplar el atardecer desde alguno de ellos, ya es el no va más.

Tanto al atardecer como durante la noche, recorrer el barrio de la Ribeira es una gozada. Y es que esta zona del centro histórico, a orillas del río Duero, está repleta de restaurantes con terrazas en las que disfrutar de productos típicos de Portugal en un ambiente animado y un entorno con mucho encanto.

Los enamorados de la arquitectura probablemente quedarán prendados de la Iglesia y Torre dos Clérigos, desde donde se pueden contemplar las mejores vistas panorámicas del casco antiguo, y de la Catedral de Oporto, el templo religioso más importante de la ciudad en cuyo interior alberga un bonito claustro con azulejos.

Otro rincón de la ciudad muy valorado por quienes visitan Oporto es el Mercado do Bolhao, considerado por muchos como uno de los mejores mercados de Europa y con muchos años de historia “a sus espaldas” (fue inaugurado en 1914 y desde entonces ha permanecido activo).

De gran tamaño, en este mercado es posible comprar todo tipo de productos de alimentación, flores, etc. También es un buen enclave para comer (¡no dejes de probar aquí los pasteles de Belem!) mientras el viajero se empapa de la vida cotidiana portuense que se desarrolla entre los muros del emblemático y, a la vez, decadente edificio que alberga este antiguo, pero vivo mercado.

Otros aspectos que hacen que Oporto sea un gran destino

Oporto es una ciudad agradable y fácil para recorrer a pie, lo que hace que la logística necesaria para visitarla sea mínima.

calles oporto

Aunque puedes pasar en ella tanto tiempo como desees explorarla (ya sabes, cuanto más tiempo dedicamos a un lugar, más maravillas podemos descubrir), es una ciudad muy abarcable en poco tiempo.

Esto la convierte en una buena opción para escapadas de fin de semana, así como un buen destino en rutas más largas (por ejemplo, si quieres recorrer Portugal en coche realizando paradas limitadas).

Su ubicación también le otorga cierto atractivo, ya que, por ejemplo, se encuentra a menos de tres horas de Lisboa, a menos de dos horas de la frontera con Galicia y a unas 2 horas y media de la ciudad de Vigo, concretamente.

Por si todo esto fuera poco, se podría decir que Oporto es una ciudad económica en aquellos aspectos que, generalmente, más encarecen un viaje: vuelos, alojamiento y comidas.

Existen compañías low cost con las que se pueden conseguir vuelos a muy buen precio desde multitud de ciudades españolas (30-60€ ida y vuelta). Los alojamientos son bastante más baratos que en muchas otras ciudades europeas y, lo que es mejor, existen variedad de opciones que se ajustan a prácticamente todo tipo de viajeros y presupuestos de viaje.

Además de contar con una excelente gastronomía, en Oporto se puede comer en multitud de lugares desde 5€ el plato sin que la calidad ni la cantidad se vean comprometidas. En lugares más especiales o turísticos, como la ya mencionada Ribeira, los precios son más caros, pero, aún así, asequibles (a partir de unos 9€ el plato).

Por lo tanto, además de variedad de atractivos y planes para los viajeros (los mencionados más arriba son solo parte de todo lo que ofrece o se puede visitar en la ciudad), Oporto tiene esa característica tan importante: ser un destino para casi cualquier bolsillo y preferencias.

Y tú, ¿qué amas de Oporto?

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4 comentarios en “Oporto, una ciudad para todos los gustos”

  1. Muy buen Post Zen, estaba planeando una escapada de un fin de semana y me han entrado ganas de ir a Oporto a ver todas esas maravillas que has descrito, sobre todo eso de deambular sin rumbo por el casco histórico que es algo que me encanta. En verdad es una de las ciudades que más ganas tengo de visitar y ahora me has sembrado la duda de elegir el destino, entre Oporto y Edimburgo, así que ahora ya tengo que decidir.

    Enhorabuena por el post, cuando vuelva espero escribir algo tan bueno como esto. Un saludo y nos vemos en el camino.

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    • ¡Hola Pedro! Muchísimas gracias, me alegra mucho que te haya gustado. Oporto es precioso y tiene una atmósfera que mola mucho. Yo me pasaría el día deambulando por sus calles y callejuelas sin rumbo fijo jejeje. Bufff, en Edimburgo estuve hace unos años y me encantó también! Decisión difícil amigo jajaja; demasiado diferentes pero demasiado chulas las dos, está complicado jejeje. Muchísimas gracias por tus palabras, te las agradezco mucho, de verdad. ¡Un fuerte abrazo!

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  2. Cuando conocí Oporto en 2002 me llevé un recuerdo de una ciudad super oscura y nada bien cuidada. Sin embargo, mucha gente que lo ha visitado de unos pocos años a otra parte cuentan las mismas maravillas que tú. Es más, una amiga con la que viajé entonces, repitió hace dos años y aseguró que nada tenía que ver con lo que conocimos y que ahora es una auténtica maravilla. Deseando estoy de hacer una escapada ♥

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    • Oooh, ¡qué curioso! Entonces es que ha sido capaz de reinventarse (afortunadamente) y sacar a relucir ese encanto que tal vez años atrás estaba oculto bajo la dejadez que comentas. Ya me dirás si realmente te cautiva cuando vuelvas a visitarla :D. Muchas gracias por tu comentario! :*

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