Viajar con medicamentos puede parecernos problemático. Ya sea porque padecemos alguna enfermedad en particular o porque simplemente nos preparamos un buen botiquín de viaje, es un aspecto muy importante, y casi inevitable, a tener en cuenta.
Afortunadamente no es tan engorroso como parece, pero sí tendremos que informarnos adecuadamente y preparar nuestro equipaje conforme a ello.
Viajar con medicamentos y no morir en el intento

Lo primero, y para que no cunda el pánico, he de decir que yo nunca he tenido problemas para pasar ninguna medicación en ninguna aduana. Eso sí, siempre procuré seguir los consejos de sentido común que podrás leer a continuación.
- Información específica para cada país
Cada país es diferente y lo mismo ocurre con sus legislaciones. Por ello, nunca es una buena idea pensar que, si en tal país me dejaron pasar, en este otro también lo harán.
Por ejemplo, Australia, con su conocida y exigente aduana , tiene un amplio y algo confuso listado de medicamentos que debes declarar a tu llegada al país. Esto no quiere decir que necesariamente estén prohibidos y que no podamos entrar esos medicamentos al país. Simplemente tendremos que repasar esa información y comprobar que documentación o comprobantes de nuestro médico podríamos necesitar para entrar sin problemas al país con nuestra medicación.
Es decir, para cada país que visitemos, deberemos informarnos sobre las restricciones concretas que se apliquen.
- Todo en su caja y siempre con prospecto
Independientemente de la regulación específica de nuestro país de destino, siempre que vayamos a viajar con medicamentos debemos llevarlos en su caja original y con su correspondiente prospecto. Nunca te recomendaría que lo llevaras todo suelto en un neceser o similar por numerosos motivos, pero mucho menos si tienes que pasar por una aduana.
Por supuesto, puedes llevar alguno suelto en tu bolso de mano por si te hace falta durante el vuelo, pero el grueso del medicamento debe ir en su envase.
- Divide y vencerás
Especialmente si se trata de un viaje de larga duración, nuestro botiquín puede ser bastante amplio. Entre nuestra pequeña farmacia habrá medicamentos indispensables, convenientes y prescindibles, y es importante organizarlos conforme a esa importancia.
Por ejemplo, si vamos a tomar profilaxis para la malaria, esos medicamentos serán indispensables; por el contrario, el paracetamol es un fármaco que podremos conseguir fácilmente en casi cualquier lugar y, por tanto, lo podemos clasificar como prescindible.
Mi consejo es que lleves en tu equipaje de mano toda o la mayor parte de la medicación indispensable mientras que el resto lo puedes poner en el equipaje facturado. Así, si tu maleta se pierde o daña no perderás los medicamentos importantes, solo los prescindibles.
Por otro lado, si viajas en pareja o en grupo, con un botiquín común, lo más sensato es repartirlo entre los distintos pasajeros.
- Atención especial a los medicamentos líquidos
Dadas las medidas de seguridad en relación a los líquidos, tendremos que ser especialmente precavidos con los medicamentos en dicho formato. Si no existe la posibilidad de reemplazarlo por otra formulación (cápsulas, pastillas, polvos...), y quieres o necesitas llevarlo en tu equipaje de mano, probablemente necesitarás un permiso o justificante de tu médico. Si se trata de un viaje internacional, dicho justificante debería estar redactado en inglés.
En cualquier caso, antes de tu viaje comenta la situación con tu médico ya que tal vez te pueda proponer alternativas útiles. En estos casos también puede ser útil contactar directamente con la aerolínea con la que vayamos a viajar para exponerle nuestras dudas.
Como decía al inicio, viajar con medicamentos nunca me ha supuesto problema alguno. Ni en Europa, Asia, África ni en ningún otro lugar. Simplemente hay que poner en práctica el sentido común y, sobre todo, informarnos adecuadamente antes de comenzar nuestro viaje.