El Golden Gate es todo un icono de la ciudad de San Francisco, uno de esos sitios a los que llegas y piensas «Por fin nos conocemos».
Aunque no hayas estado nunca, de tantas veces que lo has visto (en series, películas, fotos…) te parecerá que lo conoces al dedillo.
Aún así, el Golden Gate sorprende y, por ello, es un must do en un viaje a San Francisco.
El Puente Golden Gate de San Francisco
Inaugurado en 1937, este emblemático puente de color naranja rojizo se eleva más de doscientos metros sobre la bahía de San Francisco.
Esta puede ser cruzada gracias al Golden Gate y otros puentes, menos conocidos pero también imponentes, como el Richmond Bridge o el Puente de la Bahía.
Concretamente, el Golden Gate Bridge cruza el estrecho homónimo (estrecho Golden Gate), que separa la bahía de San Francisco del océano Pacífico.
En su día el puente Golden Gate fue el mayor puente colgante del mundo, algo que seguramente ayudó a que se convirtiera en un icono de la ciudad, del estado de California e incluso en una de las imágenes más conocidas de todo Estados Unidos.
Sin embargo, la fama de este puente va más allá de las dimensiones y los rankings. Es un elemento especial y fotogénico en un entorno favorecedor.
Visitar el Golden Gate en San Francisco
Existen muchas formas y ángulos desde los que contemplar y disfrutar del Golden Gate. Puedes cruzarlo o verlo en la distancia, integrado en el paisaje que lo rodea.
Todo dependerá del tipo de viaje que realices, si cuentas con un vehículo o no, del tiempo del que dispongas y, por supuesto, de lo que más te apetezca.
Cruzar el Golden Gate en coche
Puedes cruzarlo en coche si, por ejemplo, estás haciendo un road-trip por Estados Unidos y dispones de vehículo durante tu viaje.

Detalle del puente Golden Gate, foto de StockSnap
Ten en cuenta que para cruzar el puente Golden Gate en coche, en dirección a San Francisco, es necesario pagar un peaje.
Si vas a alquilar un coche en San Francisco y tienes pensado cruzar el Golden Gate, pregunta al recoger el vehículo, ya que muchas empresas de alquiler de coches utilizan sistemas especiales para el cargo de estos peajes.
En el caso de que alquiles el coche en otro lugar (o no sea de alquiler) la forma más indicada de pagar el peaje será con el One-Time Payment.
Con este sistema, especialmente pensado para visitas puntuales, podrás pagar el peaje por cruzar el Golden Gate en coche desde 30 días antes de hacerlo hasta 48 horas después de cruzar el puente.
Tienes toda la información al respecto aquí.
En el autobús turístico de San Francisco
Si no tienes coche o si simplemente quieres una visión diferente, puedes tomar el autobús turístico de San Francisco para cruzar el Golden Gate Bridge.
En el caso de escoger esta opción, te sugiero que te sientes en la parte superior, al aire libre, para alucinar con la inmensidad de este puente sobre tu cabeza.
Cruzar el puente Golden Gate a pie
Una forma excelente de conocer este puente es cruzarlo a pie, algo que podrás hacer utilizando el carril peatonal del Golden Gate.
Quizá no te queda otra porque no dispongas de vehículo y no quieres cruzarlo en el autobús turístico, pero, aunque tengas coche baraja esta opción porque mola mucho.
Cruzar el Golden Gate caminando te permitirá recrearte mucho más en este icono californiano, podrás hartarte a hacer todas las fotos que te apetezcan y podrás verlo desde un ángulo muy distinto.
Eso sí, ten en cuenta que son 2,7 km de puente, por lo que reserva al menos cuarenta minutos o una horita de tu día para cruzarlo y disfrutarlo con calma.
También ten presente sus dimensiones si hace mal tiempo. Si llueve o hace frío, por ejemplo, es posible que no sea tan apetecible cruzar el puente a pie.
Cruzar el Golden Gate en bicicleta
Otra opción fantástica es cruzar el puente Golden Gate en bicicleta.
Esta opción te permitirá ir más rápido que si lo cruzas a pie y, al mismo tiempo, te da la oportunidad de que si quieres parar en algún momento a hacer una foto o disfrutar de las vistas, puedas hacerlo.
Puedes alquilar bicicletas en la ciudad y poner rumbo al Golden Gate para cruzarlo a dos ruedas.
Si quieres cruzar el puente sin parar tendrás que circular por el carril izquierdo (saliendo desde San Francisco), que es el carril para bicicletas.
Por el contrario, si crees que vas a ir parando mientras lo cruzas, vete por el derecho (visto desde San Francisco). Este es el carril peatonal, pero se comparte con las bicis.
Ver el Golden Gate desde la distancia
Otra forma muy diferente de ver el Golden Gate es acudir a alguno de los muchos miradores de la zona en busca de tu foto soñada.
La verdad es que esta opción merece la pena para verlo en todo su esplendor e integrado en el entorno que lo envuelve.
Por ello, te recomiendo que, si además de cruzarlo dispones de tiempo para acercarte a algún mirador, no dejes de hacerlo.
El mirador de Battery Spencer es uno de los preferidos. De hecho, muchos lo califican como el mejor mirador del Golden Gate. Está bastante próximo al puente y ofrece una vista elevada muy chula de él.
Otro mirador muy popular es el de Baker Beach, donde puedes contemplar el Golden Gate desde la arena.
Ver el Golden Gate desde el mar
También es posible disfrutar de unas buenas vistas del puente Golden Gate desde el mar e incluso cruzarlo por debajo.
Es posible verlo desde el mar tomando algún ferry o reservando un paseo en barco por la bahía de San Francisco como este.
Ver el puente Golden Gate desde el aire
Si lo que quieres es ver el Golden Gate desde un ángulo privilegiado o de una forma más especial, también es posible hacerlo.
Puedes sobrevolar el puente Golden Gate, por ejemplo, con un recorrido en avioneta por San Francisco o ver a vista de pájaro este emblemático puente y otros rincones de la ciudad con un paseo en hidroavión.

El Golden Gate desde el aire, en una imagen de Pexels
El Golden Gate y la niebla
Aunque puedes escoger los ángulos desde los que ver este famoso puente, el aspecto final se escapa a tu control.
La niebla es una visitante habitual de San Francisco, especialmente en este punto, en el estrecho Golden Gate; y puede modificar por completo la imagen del puente que nos encontraremos.
Es algo tan familiar para los habitantes de la ciudad, que en Twitter le han puesto hasta nombre «Karl the Fog» y tiene más de trescientos mil seguidores (sí, parece que la niebla de San Francisco lo peta en redes).
A menudo se trata de una niebla densa, espesa; con un aspecto esponjoso y de color blanco reluciente.
Esto hace que, por otra parte, muchas veces también sea un elemento muy fotogénico y le da un toque a las vistas de este puente.
De hecho, con una búsqueda rápida en internet podrás ver infinidad de fotos chulas del Golden Gate con niebla. ¡Todo tiene un lado positivo! 😉
Te lo encuentres como te lo encuentres, con o sin niebla, seguro que te encantará poder ver el puente Golden Gate en San Francisco.
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