Lisboa, capital y ciudad más grande de Portugal, es un destino estupendo para “patear” y perderse por sus callejuelas y recovecos inesperados.
Repleta de escalinatas y cuestas, la mejor forma de explorar la ciudad es, sin lugar a dudas, con el medio de transporte más barato y ecológico conocido: nuestras dos piernecillas ;).
No obstante, si lo prefieres también puedes utilizar el transporte público o desplazarte en coche, aunque esto último puede ser problemático según la zona de la ciudad por la que te quieras mover.
En cualquier caso, no dejes de hacer recorridos a pie porque será la única forma de encontrar muchos de esos recovecos inesperados, que tienen mucho encanto y le dan personalidad propia a la ciudad. Pero vamos a lo que toca...
En esta ocasión he querido traerte una lista de lugares que ver en Lisboa, así que si vas viajar a esta gran ciudad europea, toma nota para planificar tu recorrido por la ciudad.
Cosas que hacer en Lisboa durante tu visita a la capital portuguesa

1.Recorrer el barrio de Alfama
El barrio más antiguo de Lisboa, con atmósfera de pueblo, estrechas calles empedradas y unas vistas fantásticas, conserva el encanto de lo tradicional.
Se trata de Alfama; un barrio en el que merece la pena perderse en un largo paseo para contemplar sus casas con fachadas coloridas y en muchas ocasiones azulejadas, descubrir rincones de lo más pintorescos, disfrutar de las vistas desde sus miradores o visitar lugares como la Catedral de Lisboa.
2.Cruzar el puente Vasco da Gama



Cruzando el puente Vasco da Gama
El puente Vasco da Gama, construido en el contexto de la Expo '98, ha sido famoso desde su construcción por ser el puente más largo de Europa. No obstante, el puente lisboeta ha perdido este “título” recientemente.
Concretamente, el puente Vasco da Gama dejó de ser el puente más largo de Europa en el año 2018 tras la construcción del Puente de Crimea, que con sus casi 19 km lo ha superado en longitud.
En cualquier caso, si llegas a Lisboa en coche mola recorrer los poco más de 12 km de este (aún larguísimo) puente que cruza el río Tajo.
3.Sorprenderse con el arte urbano de Lisboa
Lisboa está repleta de arte urbano. Desde graffitis solitarios, pasando por mensajes reivindicativos, hasta murales completos que nos hablan de la cultura y la historia de Lisboa, decoran diferentes tramos de la ciudad.






Si como yo eres de los que no puede pasar de largo frente a una de estas obras de arte callejero, te va a encantar recorrer las calles lisboetas, porque irás encontrándote constantemente street art.
4.Contemplar la bonita Torre de Belém



Torre de Belém
Sin duda, una de las cosas que hacer en Lisboa es acercarse a contemplar de cerca la Torre de Belém, declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1983.
De hecho, te recomendaría que la veas tanto de día como de noche, cuando la iluminación nocturna le da un toque especial.
A mí, con su envidiable emplazamiento en la desembocadura del río Tajo, esta fortaleza defensiva (que con el paso de los años también fue prisión, faro y hasta centro de recaudación de impuestos) fue uno de los lugares que más me gustaron de Lisboa, así que te sugiero que no dejes de visitarla.
5.Disfrutar de un paseo en velero al atardecer
Si quieres darle un toque romántico a tu viaje a Lisboa, te apetece disfrutar de unas panorámicas diferentes de la ciudad o simplemente te apetece surcar el río Tajo, dar un paseo en velero al atardecer te encantará.
Además es una actividad estupenda para combinar con los planes culturales o rutas por la ciudad sin tener que precindir de nada. Es decir, puedes dedicar el día a explorar Lisboa a pie y a visitar museos y otros enclaves culturales con horario diurno, y culminar la jornada con un recorrido por el río disfrutando del atardecer.
6.Deleitarse con los azulejos portugueses que encontrarás por toda la ciudad
Lisboa está repleta de preciosos azulejos. Algunos forman “tan solo” un patrón decorativo de formas y colores, mientras que otros recogen estampas completas de la ciudad o fragmentos de su historia.



Los encontrarás en parques, miradores, fachadas de viviendas... simplemente déjate llevar por las calles de Lisboa y presta atención para encontrar preciosos azulejos en los rincones más diversos.
7.Recorrer Rua Augusta hasta la plaza del Comercio, cruzando el arco triunfal
(y escuchando algunas proposiciones indecentes)
Recorre en el barrio de La Baixa la animada Rua Augusta desde la Praça Dom Pedro IV hasta la bonita Praça do Comércio mientras curioseas las tiendecillas y la atmósfera de esta transitada calle peatonal de Lisboa.
Además, en ella podrás disfrutar (y cruzar) del imponente Arco da Rua Augusta que conecta la calle homónima con la mencionada Praça do Comércio.






Eso sí, que no te sorprenda si en esta zona se te acerca algún trapicheador ofreciéndote marihuana o hachís; choca mucho que en esta zona de la ciudad y a plena luz del día se acerquen con tanta facilidad a ofrecerte droga, pero no conozco a nadie que haya estado en esta zona de Lisboa y no le haya pasado.
Además, parece que no importa el aspecto o la situación (por ejemplo, a nosotras nos ofrecieron estando dos chicas con un niño pequeño...) así que es muy probable que esta anécdota también te pase a ti.
8.Contemplar las vistas desde Cais das Colunas
Este sencillo y antiguo puerto frente a la Praça do Comércio daba un noble acceso directo a los visitantes ilustres que llegaban a la ciudad surcando las aguas del Río Tajo.
Las dos columnas que emergen del agua flanqueando la escalinata de mármol que se adentra en el río dan lugar a un escenario bastante fotogénico, por lo que es común encontrarte a muchas personas tratando de captar su mejor imagen.
Pero, más que el Muelle de las Columnas, a mí me gustaron las vistas del entorno que se pueden contemplar desde este punto. Y es que la Playita del Muelle de las Columnas, con el Puente 25 de Abril de fondo, me pareció una imagen muy bonita.






9.Explorar la originalidad, la música, el street art y los mercadillos de la alternativa LX Factory
Cuando llegué a LX Factory enseguida me vino a la mente el barrio de Christiania, en Copenhague. Y es que este enclave de Lisboa se asemeja al famoso barrio danés por su atmósfera alternativa, el buen rollito y la originalidad de todo lo que en él se encuentra.



LX Factory está repleta de graffitis, algunos ocupando fachadas enteras y a cuál más original. Está lleno de vida, con terrazas que ofrecen conciertos, varios restaurantes, comercios tan chulos como la librería Ler Devagar y un mercadillo de artesanías y artículos de segunda mano.
10.Sumergirse en la gastronomía del país
El bacalao es el ingrediente estrella de la gastronomía portuguesa y lo encontrarás preparado de las más diversas formas. De hecho, dicen que los portugueses tienen más formas de preparar el bacalao que días tiene el año.
Pero no solo de bacalao vive el portugués: francesinhas, feijoada, cozido à portuguesa, caldeirada de peixe, polvo à lagareiro... ¡las opciones son innumerables!









En la capital del país encontrarás una gran oferta gastronómica con multitud de restaurantes y bares que sirven comida local o platos tradicionales. Además, en todo Portugal resulta bastante económico comer, así que sin duda una de las cosas obligatorias que hacer en Lisboa es disfrutar de la cocina portuguesa.
11.Recorrer la ciudad en segway
Si te apetece hacer un recorrido diferente o una actividad más dinámica, una de las cosas que hacer en Lisboa es explorar la ciudad en segway. Si no has probado nunca este aparatejo, puedo decirte que resulta muy divertido y, aunque no lo parezca, es bastante sencillo de utilizar.
12.Elevadores y ascensores a mogollón - ¿listo para usarlos?



Elevador de Santa Justa
Una de las cosas que hacer en Lisboa, y probablemente la harás tanto por gusto como por necesidad, es utilizar sus elevadores y ascensores.
Esta capital europea se encuentra construida sobre siete colinas, por ello, mientras la recorres te toparás con numerosos elevadores y ascensores repartidos por numerosos lugares cuya función es, como ya imaginarás, salvar los significativos desniveles que existen en esta ciudad portuguesa.
Probablemente el más famoso de todos es el elevador de Santa Justa. La verdad que se trata de un elevador muy bonito, pero se forman unas larguísimas colas para subir en él y disfrutar de las vistas.
Además, dada su gran fama como atractivo turístico, realizar un viaje en este elevador no es precisamente barato, ya que cuesta 6,5€.
Si no tienes tiempo o paciencia para esperar la cola que se suele formar en el elevador de Santa Justa, o simplemente no quieres gastarte ese dinerillo, tranquilo que encontrarás otros elevadores y ascensores por la ciudad.
13.Relajarse con uno de los mejores paseos junto al Tajo que ofrece la ciudad
Pasear junto al río Tajo en el barrio lisboeta de Belém es de lo más agradable. Las vistas del Puente 25 de abril son fantásticas y, además, mientras paseas, podrás contemplar, por ejemplo, el Monumento a los Descubridores.
Este monumento, con 52 metros de alto y conocido en portugués como Padrão dos Descobrimentos, fue construido en el año 1960 como conmemoración de la muerte de Enrique el Navegante. Tiene forma de carabela y en él se pueden apreciar 33 personajes célebres del país.
14.Enamorarse de sus tranvías



Los emblemáticos tranvías de Lisboa nos regalan estampas tan bonitas que es muy fácil quedarse totalmente prendado de ellos.
Ver un tranvía de los antiguos, con vagones originales restaurados, recorriendo calles estrechas y empedradas hace sentir que hemos dado marcha atrás en el tiempo.
No hay duda de que el tranvía más famoso de Lisboa es el número 28 y, en consecuencia, también es el más turístico de todos.
La línea 28 recorre el Barrio Alto y Alfama, entre otros, por lo que, además de enamorarte de las imágenes que nos regala, puedes utilizar este tranvía para explorar esa zona de la ciudad.
15.Disfrutar de las vistas que nos ofrecen los diferentes miradores de Lisboa
El marcado de desnivel que nos encontramos a lo largo de esta ciudad se puede ver como algo negativo si pensamos en sus pronunciadas cuestas y numerosas escaleras. Sin embargo, también hay un lado positivo, ya que el hecho de que los barrios lisboetas se encuentren en lo alto de una colina nos permite disfrutar de unas vistas fantásticas en numerosos puntos de la ciudad.
Por eso, una de las cosas que hacer en Lisboa es, sin lugar a dudas, detenernos a disfrutar de las panorámicas que nos encontramos al recorrer la ciudad.



Mirador de Santa Lucía
Dos de los miradores más populares son el de Santa Lucía y el de Portas do Sol, ambos en el barrio de Alfama.
16.Visitar el Monasterio de los Jerónimos y alucinar con su precioso claustro
Una de las cosas que hacer en Lisboa es, sin duda alguna, visitar el interior del Monasterio de los Jerónimos. Y es que, si bien este monasterio es muy bonito por fuera, por dentro es una auténtica maravilla, especialmente su precioso claustro; por lo que no deberías dejar de conocerlo si tienes la oportunidad.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, en este monasterio se encuentran enterrados Fernando Pessoa, Luís de Camões y Vasco da Gama.















17.Avistar delfines en las costas de Lisboa
Seguramente no se te habría pasado por la cabeza que una de las posibles cosas que hacer en Lisboa incluiría disfrutar de la fauna silvestre. Pero sí, es un fantástico y original plan que puedes realizar durante tu visita a la capital portuguesa.
Concretamente, es posible realizar avistamientos de delfines en una excursión con la que surcarás el río Tajo, disfrutando de las vistas y contemplando diversos monumentos de la ciudad durante el recorrido, hasta adentrarte en el Océano Atlántico para buscar estos preciosos cetáceos.
18.Probar los deliciosos y tradicionales Pasteis de Belém
A pesar de su sencillez (se preparan a base de hojaldre y nata), los pasteles de Belém son una auténtica delicia. Por ello, te recomiendo que no te vayas de la ciudad sin probar el dulce más típico de Lisboa.






Aunque los encontrarás prácticamente en cualquier lado, la pastelería más famosa por este dulce lisboeta es precisamente la que comparte nombre con él, Pasteis de Belém; donde los elaboran desde 1837.
19.Recorrer andando o suspendido en el aire el Parque de las Naciones
Sede de la Expo del 98, el Parque de las Naciones es una zona rehabilitada de la ciudad (antiguamente era una zona industrial) que se encuentra en pleno estuario del Río Tajo.



En él se mezclan modernos edificios y amplias zonas verdes, muy agradables para pasear, con una atmósfera viva, relajada y de ocio gracias a los numerosos restaurantes y actividades que ofrece el lugar actualmente.
Y es que el Parque de las Naciones, alberga, por ejemplo, el Oceanario de Lisboa, el Pabellón del Conocimiento (museo de ciencia y tecnología) y la Torre Vasco da Gama, que con sus 145 metros se alza como el edificio más alto de la ciudad.












Además, el Parque de las Naciones también cuenta con un teleférico con el que se puede recorrer el parque de una punta suspendido en el aire. Las vistas son muy bonitas, así que si te apetece contemplar la zona a vista de pájaro, te encantará subir en este teleférico.
Quizás también te interese: