La fiebre amarilla es una enfermedad vírica infecciosa aguda. Es de duración breve, pero su gravedad es variable, pudiendo producir incluso una fiebre hemorrágica potencialmente mortal.
Este virus es transmitido por un vector, concretamente por mosquitos portadores de la enfermedad. Aunque existen diversas especies de mosquito capaces de portar el virus, el vector principal en la transmisión de la enfermedad a humanos es el género de mosquito Aedes.
¿Cómo se puede prevenir la Fiebre Amarilla?
Existe una vacuna contra la fiebre amarilla que puede ser administrada a los viajeros únicamente en los centros de vacunación internacional autorizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ésta vacuna protege al viajero cuando se encuentre expuesto a la enfermedad.
En realidad, se trata de una vacuna recomendable, no obligatoria, pero sí es cierto que muchos países pueden solicitar el certificado de vacunación contra la enfermedad si se procede de un país endémico para la fiebre amarilla. En esos casos, si no estamos vacunados o no presentamos nuestra cartilla de vacunación internacional pueden denegarnos la entrada al país, una medida con la que se intenta prevenir la expansión de la enfermedad más allá de los países en los que es endémica.
Se suele decir que la vacunación contra la fiebre amarilla confiere inmunidad de por vida, pero oficialmente el certificado de vacunación tiene una validez de 10 años, tras lo cual puede que sea necesaria la revacunación.
Una vez administrada la vacuna, se dejará constancia en el certificado internacional de vacunación del viajero, lo cual le permitirá entrar sin problemas a aquellos países que requieren la vacunación obligatoria cuando se haya estado previamente en países endémicos para la enfermedad.
¿En qué países es endémica la Fiebre Amarilla? ¿Dónde podría contraer la enfermedad?
La fiebre amarilla se distribuye por 31 países del África Subsahariana y 12 países de América del Sur.

En el continente africano, los países en los que existe riesgo de contraer la enfermedad son: Angola, Benin, Burkina-Faso, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Congo, Costa de Marfil, Chad, Etiopía, Gabón, Ghana, Guinea, Guinea Ecuatorial, Guinea Bissau, Kenia, Liberia, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo, Ruanda, Senegal, Sierra Leona, Sudán, Sudán Sur, Surinam, Togo y Uganda.
En el caso de América del Sur, la enfermedad es endémica en los siguientes países: Argentina (únicamente en Corrientes y Misiones), Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Grancesa, Guyana, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago (tan solo en Trinidad) y Venezuela.
En definitiva...
Si viajas por cualquiera de los países mencionados, probablemente lo más conveniente sea vacunarse contra la enfermedad. Acude a tu centro de vacunación más cercano y pide asesoramiento a tu médico antes de comenzar tu viaje.
Si piensas continuar tu viaje por países en los que no existe riesgo de contraer la enfermedad o dónde la fiebre amarilla no es endémica, recuerda que será fundamental vacunarte y presentar tu cartilla de vacunación internacional para no tener problemas a la hora de entrar al país.
No olvides que cuando se trata de enfermedades transmitidas por mosquitos, también es fundamental aplicar las medidas de prevención básicas para evitar las picaduras. Incluye en tu equipaje, como mínimo, un buen repelente de mosquitos. Si es posible llévate también una mosquitera y sigue siempre los consejos para evitar las picaduras.
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